Cuando empezamos con la asociación siempre tuvimos clara su vocación popular. No se trataba solo de que nos perdiéramos en el bosque a buscar petroglifos y engordar nuestro archivo. No. Queríamos que los vierais. Que escuchárais su voz potente y ancestral. Que los sintiérais.
Así que empezamos a soñar con un festival multidisciplinar, en el que las tribus pudiéramos juntarnos a poner en común conocimientos, valores, experiencia. A compartir risas, momentos y un mismo sentir.
La primera pregunta era: ¿dónde? La respuesta, sencilla: Sargentes. Se podría decir que allí nacimos y echamos raíces tenaces en la tierra dura del páramo. Tierra de unión entre los valles, tierra de nadie y de todos a la vez. El cariño de los habitantes de Sargentes es lo que nos ha permitido crecer y seguir adelante. Con el apoyo y cooperación del Ayuntamiento (Carlos Gallo), el Museo del Petróleo y el Bar Oro Negro, nada podía salir mal.
¿Y por qué este escenario? El dolmen de la Cabaña es un hogar antiguo al que necesitamos volver una y otra vez a sentir, a pensar, a dormir, a morir y renacer cada invierno con el sol. Por eso queremos crear la magia allí, desde el respeto a la arqueología, a los ancestros y a sus actuales custodios sargentanos. Y por eso forma parte de nuestro cartel:
Un festival requiere música, así que llamamos a El Último Sol. Ellos llevan poniendo banda sonora a nuestras salidas por el campo desde hace casi dos años, aunque al principio no lo supieran. Cantábamos «Endrinos, encinas y robles» a viva voz bajo la Peña del Moro, junto al ídolo de Ruanales, en medio del Hijedo. Después, les pedimos su canción «Piel de toro» para hacer el vídeo presentación de la Asociación:
¿Cómo no iban a tocar en nuestro primer festival? Ellos abren la parte musical, en el propio dolmen, a las 18:15h.
Después nos atamos la manta a la cabeza y llamamos a Neønymus. Silberius no es ni mucho menos novato en estas lides de actuar en dólmenes, ni tampoco en esta tierra. Hace unos años nuestro amigo Andrés Correo de las Matas y Petroglifos en Valderredible lo convocaron para tocar en el Deskoncierto Clandestino en la catedral de los eremitorios: San Miguel de Presillas. Y, como podéis comprobar en el vídeo, fue maravilloso:
Pero no podía ser todo música. Así que llamamos a nuestras gentes para que hagan lo que mejor saben hacer:
Nuestro amigo Víctor, de Intemperie Paisaje, se mueve como pez en el agua por el campo. Da igual que tenga que orientarse entre hayas y setales en pleno Monte Hijedo, entre los riscos de la vía Ferrata de Villaescusa o buscando orquídeas por el páramo. Su conocimiento y sensibilidad hacia el entorno, el paisaje, la flora y la fauna, las historias y la cultura que albergan las tierras, son sobresalientes.
Con él empieza la ruta interpretada de «Guerra Civil y Dólmenes», con salida a las 10:15h desde el Museo del Petróleo. Visitaremos la fuente del padre Manjón dónde se reunían hermanos de distintos bandos durante la Guerra, el dolmen de la Horquilla en pleno proceso de excavación por nuestros amigos de la UBU, el parapeto de la Horca y la red de trincheras. Veremos Peña Amaya y los riscos de los cántabros desde lo alto del páramo, para descender después hacia el famoso dolmen de la Cabaña. Volveremos por la pista junto a otros dólmenes más desconocidos y una hermosa charca llena de vida. Todo desde los ojos expertos de Víctor. La excursión nos llevará aprox. 1:30h, para llegar a las charlas al Museo.
Queríamos hablar de territorio y llamamos a Ángel G. Aguayo, que se conoce las tierras de norte y sus nombres como si las propias montañas se los susurraran. Su ojo experto ha descubierto auténticos tesoros de épocas prehistóricas y su mente analítica excava en las raíces de los nombres para buscar su significado original. Ángel nos hablará de «Toponimia y viejos caminos del territorio«, para conocer por dónde se movían nuestros ancestros y por qué se llaman así nuestras tierras. A las 12:00h en el Museo del Petróleo hasta completar aforo.
A continuación Tribus del Íber nos desdoblamos en nuestra pata de Petroglifos en Valderredible para hablaros de nuestro último artículo: «Petroglifos podomorfos en la cabecera del Ebro«, que verá la luz muy pronto pero del que os queremos adelantar conclusiones. Hace ya más de un año que empezamos a trabajar de forma ordenada en un tipo de grabados que nos trae de cabeza: los podomorfos, es decir, los que tienen forma de pie. Cualquiera que haya visitado la estación de podomorfos de Linares queda irremediablemente confundido, dañado, maravillado, estupefacto. Eso lo puede atestiguar bien nuestro amigo Elías Rubio, que tras un solsticio en el dolmen de la Cabaña tuvo que liarse a escribir en su blog: http://arqytrad.blogspot.com/2022/01/petroglifos-podomorfos-en-el-alfoz-de.html Elisa Rivero hablará sobre la sobresaliente cantidad y calidad de petroglifos podomorfos de la región, con la estación con más motivos de todo España. Hablará sobre vírgenes, lamias y el caballo de Santiago ¿?. Sobre rituales de paso, tratados y coronaciones celtas. ¿Intrigado? A la 13:00h en el Museo del Petróleo hasta completar aforo.
No nos íbamos a quedar sin comer. Después de un merecido vermú en el Oro Negro daremos paso a la comida en el frontón. Los tickets se irán comprando in situ a lo largo de la mañana (5€) hasta cumplir cupo. Degustaremos una cazuelada de carne con patatas cocinada por la Peña Los Coletas de Arantiones, patrocinado por el Supermercado de Polientes (¡Gracias, Ana!) y regada con sidra obsequio de la Casa Rural la Coruja de Ebro. El resto de bebidas se pueden adquirir en el Oro Negro.
Como no todo puede ser escuchar, ideamos un taller para poneros manos a la obra. Después de reposar la comida nos desplazaremos hacia el dolmen (os rogamos a los que podáis que vayáis andando, para evitar colapsos y problemas de aparcamiento allí) para asistir a un taller experimental de grabados prehistóricos, donde Ernesto Rodrigo de Petroglifos en Valderredible explicará técnicas de talla, repiqueteado, pulido; los distintos materiales con los que grababan y sobre los que ejecutaban sus obras nuestros ancestros; así como los posibles significados, para transmitir el valor y el respeto que este patrimonio tan especial se merece.
A las 17:00h en el dolmen de la Cabaña. Estamos seguros de que los más pequeños van a disfrutar chocando piedra contra piedra.
A continuación, las Tribus del Íber daremos un breve pregón para dar paso a los conciertos ya mencionados.
Desde Tribus queremos apostar por nuestras gentes, por los emprendedores, por los que con sus manos y su imaginación moldean la piedra y la madera, el hueso y las cuentas. Así que convocamos a nuestros artesanos, que estarán toda la jornada con sus puestos ofreciéndonos su magia. Ellos son Luisa y Pedro con su joyería de piedras naturales, Fernando de Arte y artesanía sostenibles con sus grabados en madera; y otros más por confirmar.
También tendremos un puesto de Tribus del Íber en el que podréis adquirir la última novela histórica de Elisa Rivero Bañuelos, «Tarvos de Tartessos a la Galia«, colgantes de punta de flecha y nuestros polares serigrafiados con el logo de la asociación. Mil gracias a nuestros amigos de bodegas Camesía por cubrir polares para los socios). Parte de la recaudación se destinará a financiar el festival.
Y hablando de financiación, llegó la parte dura del evento. La primera ayuda llegó del Ayuntamiento de Sargentes, siempre dispuestos a apoyar la cultura y el emprendimiento. ¡Mil gracias! Sin vosotros, esto no habría sido posible.
Y así conformamos un cartel que nació de forma natural. Este curioso cartel representa, arriba, la tierra que vemos. El túmulo de la Cabaña que emerge al aire, donde una tormenta de verano agita las hojas de los dos chopos, y una sacerdotisa invoca a los ancestros. Por debajo de las losas que conforman el dolmen se estiran las raíces de los árboles hacia el mundo de los espíritus: lo que subyace, nuestra consciencia colectiva, nuestro pasado más remoto. Allí descansan los que un día erigieron este monumento, nuestros tatarabuelos a los que hoy queremos honrar. Las raíces se estiran hasta tocar otro dolmen, el que todos llevamos dentro, muy al fondo. ¿Lograremos que su corredor se abra con los acordes arcanos de El Último Sol y Neønymus, para vivir todos juntos, como uno solo, esta jornada tan especial?
El pasado sábado día 23 de julio las Tribus del Íber tuvimos el enorme placer de participar en las jornadas culturales de las fiestas de Santiago de Herbosa (Valle de Valdebezana, Burgos).
La jornada comenzó con una charla en el local del Concejo, en la que las Tribus del Íber, de la mano de Ernesto Rodrigo y Elisa Rivero, hablamos de la riqueza arqueológica de la zona y de los objetivos de nuestra asociación.
A continuación, el arqueólogo local Eduardo Sainz-Maza presentó su estudio: «NUEVAS EVIDENCIAS DE ARTE RUPESTRE POSTPALEOLÍTICO EN LAS MERINDADES», centrándose en los petroglifos y las pinturas del entorno de Herbosa y Santa Gadea.
Acto seguido iniciamos la excursión para conocer las turberas, un hábitat excepcional y con un equilibrio muy delicado. Vimos la turbera Margarita, recientemente restaurada, y pudimos identificar hasta tres especies de plantas carnívoras gracias a nuestras socias expertas en plantas, Eva y Sara.
A la vuelta visitamos el impresionante altar de Herbosa, una gran roca de arenisca surcada por centenares de cazoletas que nuestros antepasados tallaron para fines que aún se nos escapan. El lugar se encuentra en una vaguada húmeda, de buenos pastos, rodeada de un circo de rocas que quizá sirvieron de graderío para presenciar los actos que los antiguos realizaban sobre el altar.
A la vuelta y ya con hambre, los amigos de la Asociación Camino Olvidado de Burgos nos esperaban con una deliciosa paella popular. Después, la autora y presidenta de Tribus del Íber, Elisa Rivero Bañuelos, presentó su novela histórica «Tarvos, de Tartessos a la Galia«. El viaje de Tarvos y sus compañeros atraviesa Merindades hasta Ojo Guareña, para después remontar el curso del Ebro hasta sus fuentes, atravesando también estas tierras herbosinas.
Con ganas de más arqueología, por la tarde las Tribus recorrimos las peñas con vestigios de talla (cazoletas, canales) del propio pueblo de Herbosa, y tuvimos el privilegio de escuchar a José Díaz Díaz contando la historia de la Peña de la Junta de la Hermandad de la Rivera.
Al atardecer seguimos las rodadas del antiguo camino de carros que emergen desde Herbosa hasta Arnedo, y vimos los restos de un antiguo monasterio de la última localidad.
Por último, las Tribus nos unimos a las fiestas del pueblo. Una jornada inolvidable entre amigos y nueva gente interesada en todo lo que esta hermosa tierra nos ofrece.
Mil gracias a la Junta Vecinal de Herbosa, al bar de Herbosa y al Camino Olvidado por hacer posible esta jornada. Gracias a nuestro amigo y socio David Pantano por coordinarlo. Y a todos los asistentes por vuestro interés.
Y recordad: esta riqueza es el legado de nuestros antepasados, y está en nuestras manos conservarla.
